Te pago cuando venda

El día que entendí que no me estaban negociando el precio… me estaban bajando el valor.

Te pago cuando venda

Cuando arrancás, te creés que todos son buena gente.

Que si hacés las cosas bien, si sos amable, si das más de lo que prometés… todo va a volver.

Spoiler: no vuelve.

Un tipo me contacta por LinkedIn. “Me gusta mucho lo que hacés, justo estoy buscando a alguien co tu perfil”.

Buena onda, buena charla. Me pide propuesta.

Le armo una estrategia de captación para su negocio. Le explico paso a paso cómo vamos a escalar sus leads, su comunidad y su facturación. Todo.

Y cuando le paso el presupuesto, me suelta:

“Me encanta. Pero… ¿te puedo pagar cuando empiece a vender?”

Listo, se me bajó la presión.

Y ahí entendí algo que nunca más olvidé:

No están rechazando tu precio. Están rechazando tu autoridad.

Porque si te vieran como alguien que mueve el tablero, alguien que cobra y multiplica…

no te pedirían descuento, te rogarían por un hueco.

Ese día aprendí que el precio no es lo que mata una venta.

Lo que la mata es la percepción de poder.

Y que cada vez que aceptás trabajar gratis “por visibilidad” o “cuando vendas”,

estás diciendo que tu trabajo no vale nada hasta que otro lo valide.

Desde ese día, cada vez que alguien me dice eso, le contesto:

" Mirá, eso sólo se lo podes pedir a tu dentista: Sacame la muela ahora y si no me vuelve a doler en tres meses, te pago.

“ O a tu abogado: Haceme el juicio gratis y si no me llevan preso, te pago.”

Silencio.

Corte.

Chau.

Si alguna vez te dijeron eso, te invito a suscribirte.

Porque acá no hablamos de “branding bonito”.

Acá hablamos de negocios con agallas.

Y si todavía estás dando explicaciones por tu precio…

tenés que estar en esta lista: