Tengo una hermana con una minusvalía reconocida del 85%, así que lo que vas a leer hoy no me es indiferente.

Lo vivo de cerca.

Y te digo algo sin rodeos: si alguna vez, por la razón que sea, aparcaste en una plaza reservada sin necesitarlo, mejor cerrá este artículo.

No me leas, no me sigas, no me interesas.

Cada vez que llego a un centro comercial y paso por la zona de aparcamiento reservado, me fijo.

Te recomiendo que también lo hagas y mires.