Hace 20 años mandaba newsletters en HTML a mano.

Hoy tenemos herramientas que lo hacen todo solas, pero si tus correos no llegan, no existen.

Así que no importa si escribís como Cortázar o si tu oferta es irresistible: si no entregás bien, perdés.

Te paso la guía que necesitás para que tus emails no terminen en el limbo (a.k.a. carpeta de spam).