En serio.

No hay día que no me cruce un artículo que parece escrito por un loro dopado con ChatGPT.

Párrafos vacíos.

Metáforas forzadas.

Y esa frase genérica de cierre que huele a “esto lo escribió un algoritmo con hambre”.

¿Sabés cuál es el problema?

No es la IA.

Eres tu.

O mejor dicho: es tu falta de criterio, dirección y estilo.

Porque si no sabés hacia dónde vas, cualquier texto te parece bueno.

Y ahí es cuando quedás como un idiota profesional.

Yo no uso la IA para escribir por mí.

La uso para pensar más rápido.

Para tener alternativas.

Para reírme de sus errores y quedarme con lo que sirve.

Así es como la uso para escribir artículos sin parecer idiota:

1. Empiezo con un título que me desafíe

No uno genérico tipo “10 formas de mejorar tu negocio con IA”.

Eso lo escriben todos los corderos. (Y cada vez son más)

El mío tiene que sonar a mí.

Tiene que morder.

Ejemplo real: Cómo uso la IA para escribir sin parecer idiota.

Pum.

2. Escribo el primer borrador a mano o en voz alta

Sí, aunque use IA.

Porque si no suena a mí, no lo quiero.

Después sí, le tiro mi texto a la máquina y le digo: “Mejoralo. Pero sin hacerte el poeta, ¿ok?”

3. Le pido ideas para frases, no frases hechas

La IA tiene más fórmulas que un libro de matemáticas.

Pero cuando le pides ideas originales, algo se activa.

Por ejemplo: “Dime formas provocadoras de empezar este artículo como si fueras Seba Miguens con resaca”.

Magia.

4. Uso la IA como editor, no como escritor

Le paso el artículo y le digo:

“Corrige ortografía y puntuación pero no me toques el alma, maldita máquina”.

Y si me cambia mi tono, la rehago.

Prefiero sonar crudo a sonar clon.

5. Siempre cierro yo

El remate, el CTA, la cachetada final.

Eso lo pone el humano.

Porque si el lector llegó hasta ahí, se merece que lo mire a los ojos.

La cuestión es esta: Si quieres escribir con IA sin parecer idiota, no empieces por la herramienta. Empieza por tu voz.

Y después enséñale a la máquina a seguirte el ritmo.

¿Qué se viene?

Estoy cocinando un curso brutal sobre cómo usar la IA sin volverte un idiota genérico.

Sin humo.

Sin promesas mágicas.

Solo lo que funciona para escribir, vender y construir una marca que facture.

Los primeros en enterarse (y acceder con ventaja) van a ser los de La Manada Privada.

Así que: atento.