¡Se acabó! De verdad. ¡Pará!
Deja de perseguir clientes como un hámster en la rueda.
Grabate esto: Los negocios que escalan no cazan. Seducen.
La gran mentira: “Hay que salir a buscar clientes”
Mentira peligrosa, porque parece lógica.
Como si ser insistente fuera sinónimo de éxito.
Como si mendigar atención fuese estrategia.
Eso no es estrategia. Es desesperación con disfraz de acción.
¿Querés saber cómo lo hace un lobo?
Te lo cuento con pelos y señales:
Paso 1: Posicionate como un faro, no como una linterna.
Los corderos intentan iluminar a todos.
Los lobos sólo a los que de verdad quieren cazar.
Ejemplo corderil: “Soy coach y ayudo a personas a lograr sus metas”.
Ejemplo lobuno: “Ayudo a emprendedoras digitales que facturan menos de 3.000 €/mes a crear un sistema de ventas diario sin depender de Instagram. No trabajo con influencers ni con quien no tenga coraje para vender.”
¿Ves la diferencia?
Paso 2: Tu contenido tiene que trabajar por vos, no por los likes
Corta de una vez con esclavitud del “me gusta”.
Deja de publicar stories genéricas “milagrosas”.
Cambia el chip:
Cada pieza en RRSS tiene un trabajo que cumplir.
- Atraer
- Filtrar
- Posicionarme
- Convertir
Si no hace una de esas cosas, no sale al mundo.
Paso 3: Calificá antes de hablar
¿Sabés lo que te va a cambiar la vida?
Un simple formulario con 3 o 4 preguntas.
No pierdas tiempo con curiosos.
Habla solo con quienes están listos para pagar, ejecutar y ganar.
Menos charlas. Más cierres. Paz mental.
Paso 4: Que otros vendan por vos (aunque no digan una palabra)
La prueba social no son “testimonios” en una página olvidada.
Es un sistema:
- Historias reales que eliminan objeciones.
- Casos de éxito que muestran el antes y después.
- Clientes similares al prospecto que está dudando.
No digas que sos bueno. Mostrá que otros lo dicen por vos.
Paso 5: Hacé que trabajar con vos sea un privilegio, no una opción.
Ofrecerte como si fueras un menú barato no te hace más accesible.
Te hace menos deseable.
Yo tengo una oferta.
No es para todos.
Y por eso funciona.
Exclusividad vende.
La cuestión es esta: Tenes que dejar de ser el que ruega y convertirte en el que eligen.
Hoy, mientras escribo esto, hay 3 personas en cola para hablar conmigo.
¿Sabés por qué?
Porque dejé de perseguir. Y construí un sistema.
Un sistema que:
- Atrae
- Filtra
- Convierte
- Fideliza
¿Vos tenés uno?
Si no, te invito a que lo construyamos juntos.
Reserva tu consultoría conmigo.
Si ves que aún queda hueco, aprovechá. Estás de suerte.
Solo para los que están listos para dejar de correr y empezar a elegir.