El dinero no es tabú: por qué hablar de dinero te hace más fuerte
Vamos al grano.
Si no podés decir cuánto cobrás sin tartamudear…
Si te ponés nervioso cada vez que hablás de precios…
Si seguís creyendo que “hablar de dinero/plata/pasta es de mala educación”…
Entonces el sistema ya te domesticó.
Mientras vos tratás al dinero como si fuera Voldemort (“el que no debe ser nombrado”), hay otros que lo usan como espada.
Y adiviná qué: están ganando.
El tabú que te deja en la ruina
¿Sabés quién dice que “el dinero no importa”?
El que no lo tiene.
¿Sabés quién se indigna cuando alguien habla de sus ingresos?
El que está esperando permiso para facturar.
¿Y sabés quién sufre por no poder decir lo que vale?
El que aprendió a ser cordero en vez de construir su jauría.
Dejá de repetir el cuento de que “no hago esto por la dinero”.
Mentira.
Hacés esto porque querés libertad.
Y la libertad cuesta.
El silencio financiero no es humildad, es censura
Te enseñaron a sentir culpa por facturar.
A sentirte incómodo por cobrar bien.
A pedir disculpas cada vez que alguien se sorprende con tu tarifa.
Y mientras vos pedís perdón, ellos te aplauden por seguir obedeciendo.
¿Hasta cuándo?
¿Querés respeto? Empezá por hablar de dinero
Nada impone más respeto que alguien que dice su precio sin dudar.
“Mi tarifa es esta.”
“Mi propuesta vale tanto.”
“¿Cuándo arrancamos?”
Sin justificaciones. Sin adornos. Sin tartamudeos.
Porque si vos no valorás lo que hacés, nadie más lo va a hacer por vos.
¿Y ahora qué?
Mirá, si esto te hizo ruido, es porque tocó justo donde duele.
Y eso es bueno.
Significa que estás listo para el siguiente paso.
En La Manada Privada, no solo hablamos de pasta sin drama:
Te enseño cómo poner precios que se paguen sin discutir.
Sin miedo. Sin filtro. Con estrategia. ↓

Si te da miedo hablar de dinero, tenés que leerlo.
Si no te da miedo, también.