Si ya sé: Querés ayudar a todos con tu negocio. Lo entiendo.

Pero ¿sabés qué?

Cuando le hablás a todos, nadie te escucha.

Te convertís en una linterna. Pequeña. Difusa. Reemplazable.

Los negocios que facturan de verdad no se posicionan como “para todos”.

Se convierten en faros.

Claros. Potentes. Inconfundibles.

¿Cómo se construye un posicionamiento magnético?

Tomá nota, porque esto es lo que separa al freelancer quemado del profesional codiciado: