El otro día, alguien se me vino al humo.

Me escribió por privado, indignadísimo, porque—oh tragedia—descubrió que en uno de mis artículos había un enlace de afiliado y no le avisé con cartel luminoso.

“Eso es poco ético”, me dijo. "Es obligatorio"

¿Ético? Mirá, lo que es poco ético es leer gratis, beneficiarte del contenido y después venir a señalar con el dedito como un prefecto de colegio católico.

¿Obligatorio? Obligatorio es aceptar las cookies y leer el aviso legal.

Así que te cuento:

El tipo aceptó las cookies sin leer una sola palabra. Porque si las hubiera leído (como él exige que yo le “avise”), habría visto que claramente se especifica que algunos posts pueden contener enlaces patrocinados.

Y si eso no le alcanza, tiene todo detallado en el aviso legal. ¿Quién lo lee? Los burócratas, los abogados… y los que buscan pelea en internet.

Pero vamos a lo importante.