Te tiro una analogía que tengo atravesada en el pecho, y que me cambió la manera de ver el marketing:

Mi sobrino no miente. No sabe cómo. Es autista.

Así que si le preguntás si te queda bien una camisa, con su especial forma de comunicarse, te va a decir la verdad.

Sin filtro. Sin anestesia.

Su opinión siempre es real. 100%

¿Te das cuenta de lo brutal que es eso?

En los negocios, hacemos justo lo contrario: mentimos todo el tiempo.