En los negocios hay dos bandos.

Los que piden permiso.

Y los que hacen que las cosas pasen.

Los primeros son corderos.

Esperan, dudan, buscan validación.

Publican cuando pueden.

Cobran menos.

Planean durante meses… y no lanzan nada.

Se disfrazan de profesionales, pero tienen miedo de molestar.

Siguen modas, replican frases de gurús, y se preguntan por qué no venden.

Spoiler: porque no incomodan a nadie.

Los segundos son lobos.

No necesitan permiso.

Tienen un mensaje claro y un enemigo más claro aún.

Cobran caro y con intención.

Filtran a sus clientes.

Venden sin pedir perdón.

Y no se esconden: se entrenan, se equivocan, aprenden, y siguen.

Este blog no es para todos.

No es para el que cree que publicar en redes es tener un negocio.

No es para el que todavía necesita “motivación”.

Es para el que está harto de obedecer.

Para el que quiere construir un sistema real.

Para el que prefiere ser odiado por muchos y amado por los correctos.

Si te sentís un híbrido: mitad lobo, mitad cordero…

Perfecto.

Este lugar es para que termines de romper el disfraz.

No te voy a dar frases bonitas.

Te voy a dar herramientas, verdades incómodas, y fuego.

Bienvenido a Lobos y Corderos.

El cuartel general de los que ya no obedecen.