Ya te mostré en la sección para corderos que el 90% del marketing de influencers es pura cosmética digital.
Pero ahora vamos más a fondo.
Porque el problema no es solo que los influencers no vendan.
El problema es que vos no tenés una estrategia de captación que funcione sin ellos.
Vamos a desarmar el sistema, paso a paso.
1. El origen del timo: de la televisión a Instagram
La lógica es la misma que en los 90: poner a alguien “famoso” a decir que tu producto es genial.
Antes era en un spot de TV. Ahora es en una story.
El problema es que la atención hoy está fragmentada, escepticismo al palo… y cualquiera puede fingir autoridad.
El resultado: la influencia está sobrevalorada. Lo que vale es la confianza real.
2. La trampa de la autoridad prestada
Cuando te apoyás en un influencer, estás alquilando su credibilidad.
Pero cuando se vaya… ¿qué te queda?
Nada.
Ni comunidad.
Ni base de datos.
Ni sistema propio.
Solo una factura y una decepción.
3. Cómo identificar si un influencer te sirve (checklist brutal)
- ¿Tiene seguidores en tu país?
- ¿Habla de temas alineados a tu nicho?
- ¿Te puede mostrar conversiones reales?
- ¿Te dejaría acceso al pixel para medir?
Si no cumple las 4, salí corriendo.
4. Qué hacer en su lugar: el sistema L.E.A.F.
L.E.A.F. = Lista, Educación, Alianzas, Fidelización
- Lista: captá emails todos los días como si fuera oxígeno.
- Educación: creá contenido que enseñe y te posicione como referente, no que entretenga.
- Alianzas: colaborá con marcas que ya tienen tu público (B2B funciona brutal).
- Fidelización: hacé que tus propios clientes te recomienden.
Este sistema sí convierte.
Este sistema sí construye marca.
Este sistema sí deja huella.
La cuestión es esta: Si necesitás que otro hable bien de tu marca, es porque todavía no sabés cómo hablarle a tu cliente.
Como ves, el marketing de influencers no está muerto.
Pero sí está podrido de postureo y números vacíos.
Si no lo sabés usar con cabeza fría y cuchillo afilado, te va a sangrar la cuenta bancaria.
La verdadera influencia no se alquila.
Se construlle.
¿Querés que analice tu estrategia y te diga si estás tirando plata o construyendo un negocio real?
Reservá una consultoría conmigo.
Plazas muy limitadas.
Si hay hueco, estás de suerte.