¿Por qué este entrenamiento existe?

Porque estoy hasta el moño de ver lobos domesticados.

Gente brillante. Talentosa. Con experiencia real.

Pero que sigue cobrando como si estuviera pidiendo permiso.

¿La razón?

Nunca les enseñaron a hablar de dinero sin temblar.

Bueno, eso se terminó hoy.

Lo que vas a hacer en este entrenamiento:

  1. Calcular tu tarifa real (no inventada ni emocional).
  2. Practicar cómo decirla sin pedir disculpas.
  3. Defender tu precio con elegancia y firmeza.

Esto no es teoría. Es práctica. Acción. Conversión.