¿Seguís creyendo que algún día alguien va a “descubrirte”?

¿Que si hacés bien tu trabajo, te van a llover oportunidades?

¿Que el talento habla por sí solo?

Te tengo malas noticias: Eso es cuento de corderos.

El mundo no necesariamente premia a los mejores. A veces sí.

Pero a los que casi siempre premia es a los que suenan más fuerte.

A los que se muestran. A los que están conectados.

A los que construyen su lugar, en vez de esperar a que se lo den.