Empecé haciendo webs en HTML cuando Google no existía y los navegadores hacían lo que querían.
Me pasé media adolescencia en BBS, programando con Visual Basic, jugando con FrontPage, y soñando con tener mi propia IP fija (sí, leíste bien).
Vi nacer la web. Vi cómo intentaba crecer. Y vi cómo, cuando llegaron las apps móviles, la web dejó pasar la oportunidad.
Y acá estamos, en 2025… con empresas que todavía hacen webs como si estuviéramos en el año del MSN Messenger.
Las apps se comieron la atención humana (y ni te diste cuenta)
Te lo tiro así:
- Las apps retienen usuarios como imanes.
- Las webs... como coladores.
- Las apps entienden el pulgar.
- Las webs todavía piensan en el ratón.
- Las apps anticipan.
- Las webs reaccionan (tarde).
Las apps son lobos.
Las webs, en su mayoría, siguen siendo corderos con plantilla de WordPress y pop-up de cookies malcriado.
Y lo más grave: nos parece normal.
La web se volvió cómoda… y la comodidad mata
Las apps están diseñadas para que el usuario haga lo que vino a hacer en 3 taps.
En cambio, la mayoría de webs todavía te hace:
- Leer una “hero section” con una frase vacía tipo “Liderando el cambio desde 1984”.
- Pelear con un menú desplegable de 7 niveles.
- Rellenar un formulario que parece un examen de ingreso a la NASA.
¿Te sorprende que nadie convierta?
Las apps ganan porque están diseñadas para el mundo real
Un mundo donde:
- Navegás con el pulgar.
- Tenés 7 segundos antes de distraerte.
- No te bancás una carga lenta ni aunque sea tu tienda favorita.
Las apps lo entienden.
La web lo ignora.
¿Querés que tu web funcione como una app?
No hace falta gastar millones. Hace falta sangre, criterio y hambre de lobo.
- Navegación simple y corta.
- Interacciones que respondan.
- UX móvil como prioridad (no como parche).
- Contenido relevante, no "profesionalismo vacío".
Tu web puede (y debe) comportarse como una app.
¿Por qué seguimos diseñando como corderos?
Porque es más fácil.
Porque nadie se queja fuerte.
Porque los CEOs todavía creen que "si no hay mucho texto, Google no lo lee".
Mentira.
Google sí lo lee.
Pero tus usuarios no.
Y ellos son los que pagan.
Lo dije en 2007 y lo repito hoy: el futuro no es web o app. El futuro es experiencia o extinción.
Si hoy tu web no se siente como las apps que usás todos los días, tenés un problema.
Y si no lo arreglás ahora, te lo va a arreglar la competencia... comiéndose tu mercado.