Así que no sé qué hacés leyendo esto.
En serio.
¿Querías saber quién soy?
Spoiler: no importa.
Lo que realmente importa es lo que vas a aprender si te quedás por acá.
Porque este blog no es sobre mí.
Es sobre vos, tu negocio, y cómo dejar de remar en dulce de leche.
La cuestión es esta: “Siempre importa más lo que hacés con lo que sabés, que lo que sabés o quién te lo enseñó.”
Pero si sos curioso, te cuento un poco…
Tengo medio siglo de vida y llevo más de 30 ayudando a negocios reales a vender más.
De verdad, soy tan abuelo en esto que hacía tiendas en HTML cuando Yahoo era la reina del baile. Literal.
No vendo humo. No hago promesas milagrosas.
No hago videos desde yates ni muestro relojes caros. Te muestro cómo vender.
Porque tengo una habilidad bastante útil: veo lo que otros no ven cuando un negocio no vende.
Así que me dedico a destrozar negocios… para volver a armarlos y que empiecen a facturar de verdad.
Es que he visto (y sigo viendo) webs que daban pena, funnels que no funnelaban, anuncios que tiraban plata a un pozo sin fondo y consultores cobrando miles por decirte lo obvio.
Por eso armé este blog (y mi Podcast): para mostrarte cómo se hace en serio.
Le puse “Lobos y Corderos” porque eso somos todos al principio: un poco sumisos, un poco salvajes.
Algunos se quedan esperando. Otros aprenden a vender, a decidir, a mandar.
Este blog está hecho para los segundos. O para los que están en camino.
Acá escribo como hablo.
A veces con humor, otras muy serio.
Pero siempre sin rodeos, y con ejemplos que podrías contarle a un amigo tomando un café o una birra.
¿Qué vas a encontrar por acá?
- Contenido gratuito que te hace pensar y te da ganas de ponerte a currar.
- Artículos para suscriptores donde bajo a tierra estrategias que funcionan, sin bullshit.
- Casos reales, errores propios (muchos), triunfos ajenos y viceversa.
- Y si estás de suerte, una consultoría conmigo.
A veces son gratis, a veces no.
Depende de cuánto trabajo tenga, de qué humor me levanté y de si estoy en un país con buen café.
¿Qué hacés ahora? ¿Seguís balando o comenzás a aullar?