Si el cine puede hacerte llorar, tu marca puede hacerlos comprar

No es magia. Es estructura. Es emoción. Es neurociencia. Y sí, se puede aplicar al marketing.

Si el cine puede hacerte llorar, tu marca puede hacerlos comprar

¿Viste cuando ves una peli y terminás con un nudo en la garganta? ¿O gritás “¡nooo!” porque mataron a un personaje?

Sabés que es ficción. Lo sabés. Y sin embargo, lo sentís.

No es magia. Es neurociencia.

Es estructura narrativa. Es dirección emocional.

Y —aunque nadie te lo haya dicho así— es marketing en estado puro.

Las marcas cordero informan. Las marcas lobo conmueven.

Mientras vos subís otro post con la frase “servicio personalizado y profesional”, Netflix te roba la atención con una historia que te hace reír, llorar, pensar y compartir.

Y ahí está la clave: el que emociona, gana.

Porque el cine es una clase magistral de persuasión.

Veamos cómo lo hace… y cómo podés copiarle.