Sí, ya sé… suena a frase de taza de café motivacional.

Pero es la pura verdad, y es la razón por la que tu tienda online no vende.

¿Querés saber qué tienen en común la mayoría de los ecommerce que no despegan?

No tienen nicho. No saben para quién venden.

Y si no sabés a quién le hablás, tu mensaje es tan genérico como un folleto del supermercado.

Mirá el caso de Laura, una amiga:

“Seba: ¡Tengo tráfico! ¡Hago campañas! ¡Subo contenido! ¡Pero no vendo nada!”

Cuando entré a su tienda…

Ofrecía de todo: fundas de móvil, velas aromáticas, mochilas, agendas…

Parecía un bazar digital.

¿Y su mensaje? Ninguno.

No había una propuesta clara, ni una identidad, ni un mensaje definido.

Solo “cosas lindas”.

Le dije la verdad en la cara:

“Laura, tu tienda no vende porque no es para nadie. Si no elegís un nicho, el mercado te va a ignorar.”

Le costó, pero lo entendió.

Hicimos foco.

Eligió el producto que más le gustaba de los que vendía.

Y construyó su nicho: Agendas creativas para profesoras de primaria.

Se volvió experta en ese micro universo (ella también es profesora y le encantan las agendas).

Y empezó a facturar.

La cuestión es esta: Cuando hablás claro, la gente te escucha.

Y cuando sentís que una tienda te habla a vos, sacás la tarjeta sin pensarlo.

¿Y cómo encontrás tu nicho?

No hace falta meditar en el Tíbet ni hacer un máster.

Solo tenés que responder con brutal honestidad a estas tres preguntas:

  1. ¿A quién podrías ayudar mejor que nadie?
    Pensá en lo que sabés, en tu experiencia, en los temas que dominás.
    El mejor nicho muchas veces está justo en tu historia personal.
  2. ¿Qué grupo tiene un problema urgente que tu producto puede resolver?
    No el que “algún día quizás compre”.
    Sino el que tiene una necesidad real y está buscando una solución ya.
  3. ¿Hay dinero ahí… para vos?
    Porque si encontrás un nicho que cumple los puntos 1 y 2, pero el producto que ofrecés tiene un margen tan bajo que no te da ni para pagar el café…
    te vas a frustrar rapidísimo.
    Y acá no vinimos a entretenernos, vinimos a ganar plata.
    Así que hacé los números antes de enamorarte del nicho.

Te dejo una fórmula rápida que uso en consultorías:

“Tu mejor nicho está donde se cruzan lo que amás, lo que sabés hacer, y lo que la masa está desesperados por resolver.”

¿Ya sabés cuál es el tuyo?