Yo no plancho.

No porque sea un vago.

Por dos cosas.

Primero, porque no sé.

De verdad.

Las camisas me quedan como si las hubiera usado de almohada en un botellón.

Y segundo, porque entendí algo que nadie me enseñó en la escuela:

mi hora vale más que eso.

Y la tuya también…

si empezás a verla con los ojos correctos.

Hoy no te voy a hablar de dinero.

Te voy a regalar libertad mental.

Cuando ponés precio a tu hora —precio real, no simbólico— todo cambia.

Lo que hacés.

Con quién hablás.

Lo que permitís.

Y lo que decidís cortar de raíz.

Si no sabés cuánto vale tu hora, no tenés negocio, ni rumbo, ni defensa.

Tenés un trabajo mal pago… aunque seas tu propio jefe.

Acá te muestro cómo cambiar eso para siempre.

El problema es que nadie te lo enseñó

Desde chicos nos programaron para obedecer.

Para intercambiar horas por sueldo, sin cuestionar.

Pero cuando emprendés, el juego cambia.

Tu tiempo es capital. No recurso.

Y si no lo cuidás como se cuida el dinero…

se va igual de rápido.


¿Cuánto vale TU hora?

Te lo voy a decir sin anestesia:

Si no le ponés un número, otros lo van a hacer por vos.

Y ese número siempre va a ser más bajo que el que merecés.

No me importa si vendés servicios, cursos, productos o arte.

Tenés que tener este número claro como el sol.

Porque ese número define:

  • Cuántas horas vas a trabajar por día
  • Qué tareas vas a delegar
  • Cuándo te conviene invertir en vez de hacer todo vos
  • Cuánto tiempo vale perder con gente que no va a comprar

Sin eso, estás a ciegas.


El método (sin humo)

Así lo hago yo.

Y así lo hacen los que facturan de verdad.

Paso 1: Definí tu ingreso objetivo mensual

Ejemplo: quiero ganar €5.000/mes

Paso 2: Definí cuántas horas reales querés trabajar al mes

No son 160 (como un trabajo de oficina).

Sumá lo realista.

Ejemplo: 4 horas por día útiles, 5 días por semana → 80 horas/mes

Paso 3: Dividí

5.000€ ÷ 80 =62,5 € la hora

Ahí tenés tu precio base.

Y cualquier cosa que hagas por menos de eso…

te está sacando dinero.


El efecto inmediato de saber tu precio

Cuando sabés que tu hora vale €62,50 (o €100 o €300),
no te vas a poner a:

  • Editar un video de 3 horas para Instagram
  • Responder curiosos por WhatsApp
  • Hacerte el community manager gratis
  • Agendar Zooms con gente que no valora tu tiempo
  • Planchar (de verdad: pagá para que te ayuden si podés)

Porque cada decisión que tomás tiene un costo oculto:

el de no estar haciendo algo que SÍ te genera ingresos.


Qué hacer ahora

1. Calculá tu número hoy.

Usá este Excell si querés ↓

Que sí, que es una birria de excell. Lo sé. Pero funciona. Si lo querés con emojis de fueguitos hacelo vos.

2. Anotalo en un post-it

Pegalo en tu ordenador, en el espejo de tu casa y de fondo de pantalla.

EL PRECIO DE MI HORA ES = ____€

3. Evaluá tus tareas cada semana

¿Esto que estoy haciendo vale más que mi hora?

Si no, automatizalo, delegalo o eliminá.


El juego cambia

Naval Ravikant (sí, el indio ese que cito cada tanto) dijo que su hora valía $5.000 dólares.

¿Era verdad?

No importa.

Lo importante es cómo pensaba.

Cuando él se enfrentaba a una decisión, no pensaba en “cuánto me cuesta”.

Pensaba en: ¿cuánto me cuesta NO hacerlo?

Esa es la diferencia entre alguien que multiplica su tiempo…
y alguien que lo regala por miedo.


La cuestión es esta: “Cuando le ponés el precio adecuado a tu tiempo, dejás de hacer cosas que te empobrecen.”

Así que el día que lo hagas:

  • Vas a empezar a decir NO con más facilidad.
  • Vas a dejar de mendigar atención.
  • Y vas a usar tus horas como armas de precisión.

Porque los corderos miden esfuerzo.

Pero los lobos miden impacto.