Si no sabés cuánto vale tu tiempo, alguien más lo va a usar... y no te va a pagar.
Artículos
Publicaciones
Tu hora no vale lo mismo que la de un cordero (y hasta que no lo entiendas, vas a seguir siendo uno)
Ponerle precio a tu tiempo no es arrogancia, es supervivencia. Porque si no sabés cuánto vale tu hora, siempre vas a trabajar para los planes de otro.
Si todos aplauden tu charla, probablemente no dijiste nada importante.
Te burlaste de las gafas inteligentes. Ahora asegurate de no estar haciendo lo mismo con tu propio producto.
En 1996 pagué $500 por un banner diminuto. Me generó $8.000 y una lección brutal: cuando la publicidad cuesta dinero real, te obliga a vender de verdad.
¿Avance o capricho digital? Las smart glasses prometen mucho, pero esconden una desconexión brutal con lo humano.
30 años en marketing condensados en tu email. Tácticas reales. Gurús desmontados. Historias desde 1995.
Por Seba Miguens. Sin spam. Sin teatro. Solo fuego que factura.