La buena noticia: Tu audiencia ya no te necesita

El que quiere atención, que la merezca. Y punto. Tu audiencia no te debe nada. Ni likes, ni clics, ni respeto. Ganátelo o desaparecé del mapa.

La buena noticia: Tu audiencia ya no te necesita

A veces hay que decirlo como es: A tu audiencia le das igual.

No es personal.

Es que ahora tienen de todo… y de todos.

Y ya no se conforman con mirar desde la platea.

Me acuerdo cuando lancé mi primer blog. Año 2003.

Escribía como si fuera el oráculo.

“10 claves para esto”. “Cómo hacer aquello”.

Todos leíamos, nadie respondía.

Una especie de misa digital donde yo era cura, feligrés y sermón.

Pero hoy no.

Hoy no quieren sermones. Quieren hablar.

Y sobre todo: quieren hacer.

YouTube les enseña.

TikTok les entretiene.

ChatGPT les responde mejor que vos.

¿Y vos qué hacés?

¿Seguís gritando desde tu púlpito de contenido?

La verdad duele: Tu marca no les cambia la vida.

Hasta que empieza a hacerlo.

Hasta que pasás de “publicar” a “participar”.

De hablarles… a escucharlos.

No buscan marcas que hablen.

Buscan experiencias que los incluyan.

Quieren herramientas, no slogans.

Comunidades, no audiencias.

Esto no va de tener razón.

Va de ser útil.

Va de anticiparte.

De crear espacios donde quieran quedarse, no solo pasar.

La cuestión es esta: Las marcas que sobreviven hoy NO son las más grandes. Son las que mejor escuchan.

Las que crean diálogo, no monólogos.

Las que entienden que una web no es un catálogo.

Es un campamento base para relaciones.

Si esto te suena a chino, no estás solo.

Pero hay solución.

Y empieza con una charla. Vos y yo. A fondo.

Eso sí…

No siempre tengo hueco. Si hay, aprovechalo.